Lo único que aprendemos de la historia es que no aprendemos de la historia (Hegel)

miércoles, 28 de diciembre de 2011

El triunfo de la cruz

Algunas obras de divulgación histórica han calificado los últimos años del siglo XX como los del 'regreso de Dios' al primer plano de la geoestrategia mundial. La conocida tesis de la 'guerra de civilizaciones' para explicar las tensiones del mundo actual no deja de ser otra manera de expresarlo. Si se han multiplicado los estudios académicos que tratan de explicar el auge del islamismo en sus diversas corrientes políticas y la relación que guardan con el Islam como doctrina, no resultan tan frecuentes los que profundizan en el impacto político de otras religiones, incluído el análisis del contenido religioso en Occidente, presente en los mensajes de numerosas fuerzas de gran impacto electoral.

Quizá convenga en este tema regresar a las raíces, y preguntarse por las razones que acompañaron la conversión del imperio romano -y posteriormente otros estados- del paganismo clásico a la religión cristiana. En qué medida dicha conversión supuso un triunfo revolucionario y cómo alteró las bases culturales y sociales del imperio. Me ha sorprendido, por su planteamiento, el libro de Paul Veyne -un clásico en el estudio de Roma y su imperio-Quand notre monde est devenu chrétien (312-394) publicado por Albin Michel en la colección Bibliothèque Idées (París: 2007). En él se desarrolla la tesis de que el éxito de la religión cristiana y su imposición final al conjunto de la sociedad no constituía un hecho inevitable en el siglo IV ni implicaba una solución política fundamentalmente mejor que el matenimiento de los cultos anteriores. La clave, para el autor, residió en una serie de proyectos personales impulsados desde el poder por Constantino I y una cada vez más larga serie de emperadores cristianos.

martes, 20 de diciembre de 2011

Formas primitivas de participación democrática

Ahora que los levantamientos pacíficos y populares exigiendo democracia se han puesto a la orden del día en todo el planeta, no está de más repasar las características de sus antecedentes históricos. Inadvertidamente, el tipo de protestas pacíficas que impulsó el hundimiento del régimen soviético y sus satélites se ha ido extendiendo en el tiempo y el espacio, lo vemos en las protestas contra políticas dictatoriales o pseudemocráticas en Asia, América Latina, y el norte de África, enlazando con el auge de los 'indignados' en Europa o Estados Unidos. Algunas de estas acciones han conseguido derribar regímenes o encumbrar a sus líderes, otras no, y las de los países más ricos no consiguen cuajar de momento una alternativa sólida que de cauce a sus reivindicaciones.

Todas estas situaciones no es la primera vez que se presentan en la historia, tal como vamos viendo en este blog. Las formas cambian, y mucho, aunque los objetivos resulten con frecuencia similares. Y de la comparación podemos extraer seguramente algunas reflexiones sobre los aspectos positivos y negativos del ejercicio de la democracia, las diferentes maneras de entenderla o las casi infinitas formas de vehicularla.

Fue Geoffrey Parker quien señaló que también en los ejércitos del Antiguo Régimen podemos encontrar formas de actividad polítíca. Incluso considerando a los mercenarios profesionales como una importante 'fuerza de trabajo' de la Europa preindustrial. Considera los motines militares en reivindicación de los atrasos en las pagas o condiciones disciplinarias más dignas, como 'huelgas' específicas de su sector labotal. En esta línea, un artículo de Maarten Prak, profesor de la Universidad de Utrecht nos acerca a un ejemplo mucho más claro de participación política de elementos sociales a caballo entre lo civil y lo militar, en su artículo "Milicia cívica y política urbana en Holanda: Leiden, siglos XVII y XVIII", publicado dentro del volumen colectivo Las milicias del rey de España. Sociedad, política e identidad en las Monarquías ibéricas, coordinado por  José Javier Ruiz Ibáñez (Madrid: Fondo de Cultura Económica, 2009)

martes, 29 de noviembre de 2011

La influencia de Estados Unidos en la emancipación hispanoamericana

En historia, como en casi todo, lo evidente suele ser tan sólo una parte de la verdad, y a menudo no la más importante. De esta manera, las deducciones fáciles pueden convertirse en un espejo deformado que dificulta la percepción de la realidad. Una de las funciones del historiador es desvelar los factores ocultos que pasan desapercibidos. En el relato sobre la disolución del imperio español en América, siempre aparece una mención al ejemplo que para la emancipación de los nuevos estados supusieron la lucha por la independencia de las colonias norteamericanas, la constitución federal de los Estados Unidos y las ideas de libertad y democracia que la hicieron posible. Lógico, ya que se trata de un hecho histórico inmediatamente anterior, y los 'padres de la patria' hispanoamericanos compartieron con sus homónimos del norte numerosas referencias.

Pero se trata de una mención nada inocente. De alguna manera, sitúa a los norteamericanos a la cabeza de un proceso que, convertido su país ahora en primera potencia mundial, ellos hicieron 'ex novo' y muy bien, mientras que las nuevas repúblicas hispanoamericanas serían una suerte de imitaciones de menor rango, con dirigentes incapaces de aplicar correctamente el modelo y sumidas en querellas intestinas que impidieron su progreso. Los políticos estadounidenses de la época compartían ya plenamente tales ideas, alimentadas por sus prejuicios raciales y religisosos

Esta visión mecánica y simplista es rebatida en un reciente artículo del profesor Jaime E. Rodríguez, de la universidad Irvine de California, aparecido en la Revista de Indias (2010; vol. LXX, nº 250, pp. 691-714) con el título "Sobre la supuesta influencia de la independencia de los Estados Unidos en las independencias hispanoamericanas". Sus consideraciones explican muchas cosas, no solo respecto a la relación que menciona, sino sobre los motores que impulsaron las rupturas con la Monarquía española.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

El incoherente liberalismo de Salvador de Madariaga.

Un analista encabezaba hace unos días su artículo, publicado en diarios de gran tirada, con la frase "Europa hierve en el desconcierto". La crisis financiera que se arrastra desde 2007 no encuentra una luz al final del túnel, y los partidos tradicionales empiezan a ser sustituidos por ejecutivos tecnocráticos -los mismos 'expertos' que nos han conducido hacia la crisis- mientras la creciente marea de ultraderecha va infiltrando sus hombres en los ministerios de diversos países, sea en gobiernos de coalición -como en el caso de Dinamarca-, con el apoyo de los nuevos primeros ministros 'tecnicos' -como en Grecia-, o formando parte de la base social y los cuadros de partidos democráticos conservadores -como en España, donde el voto sociológicamente 'ultra' del Partido Popular ha crecido un 70% en los últimos cuatro años-. Mientras tanto, en América, la creciente estabilidad económica no se ve acompañada siempre por la estabilidad política, y la erosión del estado democrático y de sus funciones cotidianas -debido a la corrupción y la delincuencia- puede socavar derechos fundamentales de las personas con tanta o más fuerza que las dictaduras autoritarias.

En este contexto, el estudio del periodo de entreguerras (1919-1939) constituye algo más que un ejercicio académico, y alimenta la reflexión que cabe hacer cuando las bases mínimas de la organización política, tal como hasta ahora se entendía en los países socialmente más desarrollados, son puestas en entredicho. Siempre existe el riesgo de que los soportes tradicionales se hundan, y también que del fracaso de los sistemas establecidos no surja algo mejor.  Reflexiones de este tipo -no necesariamente pesimistas- me han llevado a rescatar un viejo artículo de Pedro C. González Cuevas, profesor de Ciencias Políticas, un buen ejemplo él mismo de supuesto activista liberal cada vez más inclinado al conservadurismo de 'ala dura', donde se analizaban precisamente los coqueteos de Salvador de Madariaga -en el pasado un referente del liberalismo español antifranquista- con los conceptos fascistas del 'nuevo estado' y la 'democracia orgánica'. Salvador de Madariaga y la democracia orgánica (Historia 16, nº 127 (1986), pp. 27-31). Después de conservarla durante veinticinco años, considero esta aportación de más actualidad que nunca.

viernes, 11 de noviembre de 2011

1919. El año en que todo fué posible.

Son escasos los momentos en que cambiar el curso de la historia, abrir las puertas a la utopía y partir casi de cero parece posible. Y aún son más escasas las circunstancias en que se lo parece a casi todo el mundo. La conferencia de paz de Paris en 1919 fue uno de esos acontecimientos privilegiados. Europa, la rica, culta y poderosa Europa, que durante el siglo XIX había dominado el mundo, acababa de desgarrarse y desangrarse por querellas y motivos que, desde la distancia -física o temporal-, parecen ridículos. Una generación entera de grandes políticos y avezados diplomáticos no había sabido prevenir la catástrofe. Pero la victoria de los Aliados, la Revolución Rusa, y, particularmente, la entrada en guerra de Estados Unidos, a tambor batiente, con la promesa de erigir un nuevo sistema internacional que renunciara a la diplomacia secreta y abriera las puertas a la autodeterminación y la democracia, desataron miles de aspiraciones, y el deseo de que todo fuera nuevo tras la "guerra que había de poner fin a todas las guerras". Los sueños pronto se darían de bruces contra una realidad extremadamente compleja, contra la diversidad de ambiciones y pareceres, y contra los viejos fantasmas del imperialismo, el nacionalismo y la religión. Todo esto es lo que explica, con un brío narrativo destacable la profesora Margaret Macmillan en París, 1919. Seis meses que cambiaron el mundo (Barcelona: Tusquets, 2011; edic. orig. 2001). Ha pasado prácticamente un siglo, pero en sus páginas podemos hallar claves para entender realidades y problemas (Irak, Siria, Kurdistán, Rusia, Líbano, China, Serbia, Grecia, Palestina, Turquía, las relaciones intraeuropeas...) que siguen resonando con plena actualidad.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Documental prometedor.

No suelo estar muy al caso de novedades, pero la amiga Cristina Pancorbo me comenta que el próximo lunes día 7 se estrena en Canal + Xtra, a las 22:00 horas, el documental  “Cooking History”. Fue galardonado con el Premio Especial del Jurado en Hot Docs y candidato al mejor documental europeo en 2009. En él se cuentan las guerras europeas del siglo XX a través de los cocineros de los ejércitos. El hilo conductor de la película son once recetas de cocineros que vivieron la Segunda Guerra Mundial, la reciente  guerra de los Balcanes, en las invasiones rusas a Hungría y a Checoslovaquia, en la independencia argelina de la colonización francesa y en la resistencia chechena que aún continúa. Se puede ver un avance en http://www.youtube.com/watch?v=iO42wQ0Qr5U. Tuve ocasión de verlo hace más de un año y algunas escenas son para sensibilidades fuertes, pero resulta un formato muy original para aproximarse a las vivencias de estos conflictos.

sábado, 29 de octubre de 2011

Turismo bélico

En un mundo donde las excentricidades ocupan cada vez más espacio informativo, pocas cosas tienen ya capacidad de soprendernos por su frivolidad. Pero a mi me han parcido siempre chocantes, y poco agradables, las noticias sobre 'tours' organizados para visitar zonas de conflictos actuales, o para arriesgarse a sufrir un secuestro en estados sin una autoridad respetada, o para revivir catástrofes recientes, cuyas víctimas acaban de sufrir toda suerte de atrocidades. En ocasiones podemos sentir la tentación de achacar tales conductas a una supuesta falta de valores propia de nuestra época. Pero, como casi todo lo que vemos en este blog, también el turismo bélico tiene sus antecedentes históricos. En las cartas y guías para viajeros ingleses que practicaban 'le Grand Tour' por la Europa del siglo XVIII, no escasean las recomendaciones para incluir entre sus experiencias la posibilidad de atravesar una región en conflicto, incluso la de asistir a una batalla, lo que podía ser considerado como un espectáculo 'entertained with a surprizing and agreeable sight'. Un breve resumen de semejantes propuestas aparecen en el artículo de Ingrid Kuczynski Entre distance et implication: des touristes britanniques face aux guerres du XVIII siècle, que aparece en el volumen colectivo Les voyageurs européens sur les chemins de la guerre et de la paix (Bordeaux: Presses Universitaires de Bordeaux, 2006, pp. 115-124).

domingo, 23 de octubre de 2011

Una mirada inquieta sobre el agua en la Castilla del siglo XV

Los usos del agua dulce y limpia se han convertido en una preocupación esencial -aunque buena parte de la población lo ignore- en el mundo del siglo XXI. Desde el dominio israelí sobre el valle del Jordán, hasta los debates sobre el abastecimiento de las grandes urbes del continente americano, la captura, uso, tratamiento y conservación del agua ha pasado a primer plano de la geoestrategia para los poderes públicos y privados.

Nada de esto constituye una novedad. Resulta bien conocido que, desde la aparición de las civilizaciones urbanas y estatales, dicha preocupación ha existido. Y también se hallaba presente en la edad media. Éste es el tema de un interesante artículo de Mª Isabel del Val, catedrática de la universidad de Valladolid, titulado Naturaleza y sociedad. La actitud urbana ante los recursos hídricos en la Castilla del siglo XV, publicado en el volumen colectivo Natura i desenvolupament. El medi ambient a l'Edat Mitjana (Lleida: Pagès ed., 2007), donde la autora plantea una pregunta crucial que ya tratamos en una entrada anterior: ¿se está buscando proteger realmente a la naturaleza, en cuanto que de ella depende la sociedad, o a las personas que se sirven de ella para vivir y desempeñar su trabajo?. ¿Se parte de la necesidad de preservar el entorno de nuestra existencia para garantizar la sostenibilidad y la calidad de vida o se regula simplemente la apropiación y el control?

sábado, 15 de octubre de 2011

Los 'indignados' de 1909

Ahora que se extiende por buena parte del mundo occidental la indignación de algunos sectores de población, que exigen responsabilidades por el deterioro economico y protestan contra las medidas que se están tomando, algunos ensayistas pronostican que nos hallamos a las puertas de importantes convulsiones, y que se está gestando un movimiento social de tintes revolucionarios, aunque diferente a lo postulado por la izquierda tradicional que hemos conocido. Para los 'infectados' por el virus de la historia, no viene mal recordar otra circunstancia similar de la que hace poco tiempo celebramos su centenario: la 'Semana Trágica' de Barcelona. Con este motivo se publicaron recientemente las aportaciones realizadas al coloquio Els fets de la Setmana Tràgica (1909) (Barcelona: Centre d'Història Contemporània de Catalunya-Generalitat de Catalunya, 2010) con interesantes reflexiones que pueden ayudarnos a comprender las dinámicas, potencialidades y problemas de movimintos populares que recogen malestares gestados durante mucho tiempo, que no hallan respuesta en los cauces tradicionales de la política, pero que estan forzosamente obligados a interaccionar con ellos si desean convertirse realmente en una fuerza transformadora. Los acontecimientos ocurridos en Cataluña hace cien años pueden resultar de gran actualidad si pasamos del hecho a la categoría y valoramos la fuerza de un conflicto social que durante una semana estalló con singular crudeza y arrastró, a medio plazo, el sistema de la Restauración, sin conseguir por ello la transformación revolucionaria que exigían sus ansias de justicia.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

¿Fue el liberalismo motor de progreso social?

El agravamiento de la crisis económica iniciada en el 2007, en un contexto de globalización y liberalización de los mercados económicos, ha potenciado el debate sobre la virtud del capitalismo para generar progreso, su capacidad o incapacidad para redistribuir los beneficios que se derivan, y la manera en que se reparten los inevitables costes que el mantenimiento de toda esa actividad conlleva. No es la primera vez que sucede, y los análisis -y profecías- sobre la capacidad del sistema para sobrevivir y para elevar el nivel de vida de la población vienen sucedièndose desde el triunfo del liberalismo, como opción política, y del capitalismo, como sistema económico. Expertos en economía, políticos, sociólogos y ensayistas de toda clase han hecho sus aportaciones, pero me ha parecido particularmente interesante, por la especificidad de su enfoque histórico, la que se expone en el libro de Manuel Santirso -profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona- Progreso y libertad. España en la Europa liberal (1830-1870). (Barcelona: Ariel, 2008). En el eterno debate, al que deberemos volver en otras entradas, sobre el encaje de la economía y la política españolas en las revoluciones industrial y liberal del siglo XIX europeo, Santirso ofrece una perspectiva innovadora, que además esclarece de manera notable hasta qué punto podemos considerar al capitalismo y el liberalismo como responsables del progreso europeo durante aquella centuria o, al menos, de qué progreso estamos hablando cuando nos referimos a ello.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Claves de la Segunda Guerra Mundial

Uno de los problemas con los que se encuentra cualquier aficionado o profesional de la historia para comprender la naturaleza, desarrollo y consecuencias de los conflictos armados es lo parcialmente que suelen razonarse estos aspectos. Se pone mucho énfasis en las causas -fundamentalmente diplomáticas o, en todo caso, socio-políticas- y en el desarrollo militar de la contienda, en el más estrecho sentido del término militar, como acciones de generales y ejércitos o como influencia de los avances tecnológicos en el armamento. De la misma manera que en tantos otros ámbitos, se procede a menudo con una mirada teleológica donde siempre se justifica el resultado (ya conocido) por una 'necesidad' objetiva de que así se produjera dadas las condiciones previas. Esto ha sido todavía más acusado en la historiografía sobre la Segunda Guerra Mundial, donde los Aliados debían imponerse a las fuerzas del Eje sobre todo por razones de orden político-moral (la democracia frente a la tiranía ideológica y militarista del fascismo) que justifican sobradamente toda la superioridad de un bando y la aniquilación del otro. Este planteamiento se cuestiona en el excelente libro de Richard Overy ¿Por qué ganaron los Aliados? (Barcelona: Tusquets ed., 2005; edic. orig. 1995) para quien la victoria del Eje fue no sólo posible sino altamente probable durante buena parte de la contienda. Lo que hace el autor es descender al análisis concreto de múltiples factores y explicar en qué medida la diferente naturaleza política, social y económica de los regímenes enfrentados sí tuvo algo que ver en la victoria de los Aliados, pero lo fue porque se plasmó en decisiones concretas que marcaron estrategias diferentes en múltiples terrenos. Un buen libro de historia militar donde apenas se habla de batallas pero sí mucho de lo que verdaderamente supone una guerra a gran escala.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Brasil: milicias negras al servicio del esclavismo

Hasta en las formas de organización social más difíciles de soportar el grupo dominante ha necesitado cierto grado de colaboración de los dominados, o al menos de un sector de los mismos. La esclavitud negra en las colonias americanas constituye un episodio dramático por lo que hace al maltrato y abuso de la fuerza de trabajo por parte de una reducida élite de plantadores y comerciantes blancos que estructuraron formas de sociedad específicas donde la separación racial y la anulación personal constituían la base ideológica y económica de todo el sistema. Por eso resulta poco conocido, y para algunos sorprendente, que los esclavos africanos y sus descencientes jugaran papeles que van más allá del trabajo agricola o la mera prestación de servicios. Entre esos papeles también figura el militar e incluso la represión policial de las formas de resistencia desarrolladas por otros esclavos y libertos. Aparece bien descrito para el caso de Brasil en el artículo del profesor de la universidad de Minas Gerais Francis Albert Cotta As milícias negras no Império Ultramarino português, publicado en la revista digital Klepsidra (nº 27, janeiro-março 2006) www.klepsidra.net.

domingo, 28 de agosto de 2011

En el corazón del nazismo

Pocos alemanes fueron capaces de percibir la auténtica naturaleza del nazismo como Sebastian Haffner. En entradas anteriores he loado ya las excelencias de este pensador liberal, incansable y lúcido analista de la sociedad europea del siglo XX, así que os ahorraré hacerlo de nuevo. Pero no puedo evitar recomendaros otro de sus libros: Alemania: Jekyll y Hyde. 1939, el nazismo visto por dentro (Barcelona: Destino, 2005; edic. orig. 1940). En esta ocasión, se trata de una obra de combate, escrita justo al inicio de la Segunda Guerra Mundial, cuando Haffner ya se había visto obligado a abandonar Alemania y vivía refugiado en la Gran Bretaña. Ajeno a todo falso patriotismo, el autor escribe por y para los ingleses, en un declarado intento de hacer su aportación para que la democracia británica pueda ganar la guerra al fascismo alemán. Intenta explicar por qué no deben confundir a todos los alemanes con los nazis, pero no porque desee exculpar a sus compatriotas, sino porque considera que es el único medio de desarrollar una acción política y propagandística eficaz que ayude a derrotar al Tercer Reich. Justo antes de la inicial debacle aliada de 1940, cuando todavía muchos se hacían ilusiones sobre un posible entendiemiento con el régimen nacionalsocialista y con el nacionalismo alemán, Haffner fue capaz de avanzar, con toda precisión, cual sería la conducta de Hitler hasta el final del conflicto. En su disección de la sociedad alemana podemos hallar, mejor que en muchos otros análisis historiográficos elaborados a posteriori las claves de una tragedia que hizo a millones de alemanes seguir a su dictador hasta la hecatombe.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Moral cristiana, guerra y monarquía en la edad media

Los mejores investigadores intuyen tras el caso concreto la existencia de una categoría. En ocasiones,  informaciones muy particulares permiten enlazar los datos que ofrecen a reflexiones generales, incrementando así el valor de nuestro conocimiento. En 1356, el rey Pedro el Ceremonioso de Aragón ordenaba que, ante la difícil lucha que afrontaba contra su vecino Pedro I de Castilla, en las misas diarias se pronunciasen unas conmemoraciones de San Jorge, para lograr la intercesión del santo. Se ha repetido tan a menudo la invocación de las fuerzas espirituales para obtener éxitos en toda clase de contiendas que podríamos considerar anodino este hecho si no fuera porque intenta alcanzar el favor divino para un determinado bando en detrimento de otro que profesa la misma fe,  porque el cristianismo es una religión que nació y se expandió en confrontación abierta con el poder y los valores militares, porque utiliza la figura de San Jorge, un santo oriental y de origen campesino que se ve, sin más, inmerso en una serie de quehaceres bélicos, y porque San Jorge es un santo íntimamente vinculado a la nobleza feudal, mientras que esta iniciativa parte de un monarca profundamente autoritario que sostuvo frecuentes conflictos con esa misma nobleza.

Sin formularlos expresamente, un artículo de Mario Lafuente Gomez, profesor ayudante de la universidad de Zaragoza, titulado Devoción y patronazgo en torno al combate en la Corona de Aragón: las conmemoraciones a San Jorge de 1356 (Aragón en la Edad Media, XX, 2008, pp. 427-444), viene a dar respuesta a varios de estos interrogantes con un planteamiento claro y sugerente.

viernes, 12 de agosto de 2011

Joaquín Costa: la regeneración de la política


A algunos lectores de este blog les sonará bien poco el nombre de Joaquín Costa, destacado intelectual y político aragonés a caballo entre los siglos XIX y XX. Pero quizá despertemos su memoria y su interés señalando que fue la figura más conocida de una corriente de gran vigor –y algunas conexiones evidentes con la actualidad- llamada por entonces ‘regeneracionismo’, que trataba de restablecer la sintonía entre la sociedad ‘real’ y la política ‘oficial’, trágicamente desconectadas en España tras más de veinte años de liberalismo canovista y el evidente fracaso sufrido por el conjunto de la clase política en la dramática guerra de Cuba.
       
Costa fue, y es, un personaje discutido, más valorado por sus intenciones que por sus logros, pero que conectó profundamente con el sentir popular de su época, quizá porque su persona y su trayectoria resumía muchos de los dramas, dificultades, vicios y virtudes de la política española. En un panorama cargado de retórica y donde los políticos solían practicar todo aquello que previamente habían criticado, él supo poner una nota de honradez y un anhelo de eficacia desacostumbrados por entonces aún más que ahora. Al cumplirse el centenario de la muerte se ha reeditado una de sus mejores biografías, la publicada por Cheyne, G.J.G. con el título Joaquín Costa, el gran desconocido (Zaragoza: Ariel-Institución Fernando el Católico, 2011; edic. orig. 1972) precisamente para tratar de poner orden en las numerosas visiones que de su vida y su obra habían llegado hasta nosotros.

sábado, 6 de agosto de 2011

Mujeres en la insurgencia mexicana


Como en tantos otros aspectos, resulta muy difícil conocer la auténtica dimensión del papel jugado por las mujeres en los tiempos de la lucha por la independencia en América. No sólo porque sus actuaciones no aparecen con facilidad recogidas en las fuentes, sino porque la propia historiografía  nacional ha descrito su papel de manera condicionada, más atenta a salvaguardar los roles de hombres y mujeres dentro de la sociedad que a reflejar la participación femenina en los acontecimientos . Sobre estos aspectos hace una breve pero lúcida reflexión la investigadora veracruzana  Fernanda Núñez B.  en su artículo  <<Por portar pantalones…>> La construcción del género en los relatos de la guerra de independencia, publicado en La Corona en llamas. Conflictos económicos y sociales en las Independencias iberoamericanas, de José A. Serrano y Luis Jáuregui (eds.) (Valencia: Universitat Jaume I, 2010). No es posible tener una imagen completa de la dimensión social de estas guerras si ignoramos los condicionamientos que ocultan a la mitad de la población en el continente.

jueves, 28 de julio de 2011

La última batalla del ejército catalán. Estudio arqueológico de un campo de batalla.

Os recomiendo hoy un estupendo libro de historia y de metodología en la investigación histórica. Se trata de Talamanca, 1714. Arqueologia d'una batalla, elaborado por el equipo de investigación sobre Didáctica y Patrimonio del Departamento de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Universidad de Barcelona, coordinado por Francesc Xavier Hernández y Xavier Rubio (Barcelona: Llibres de Matrícula, 2009). La arqueologia de los campos de batalla es una disciplina muy desarrollada en países como Estados Unidos, Francia o Inglaterra. Los de la Península Ibérica no han gozado de suerte parecida y, cuando se han hecho reconstrucciones de lo sucedido, dentro del campo de la historia militar, éstas no han ido avaladas más que por estudios documentales cuyas afirmaciones pocas veces se compueban sobre el terreno. Esta vez la situación es por completo diferente. El equipo del grupo de investigación DIDPATRI se propuso comprobar si los restos materiales dejados por los contendientes en la batalla de Talamanca corraboraban la versión ofrecida por las fuentes documentales o la desmentían. El resultado ha sido no solo esclarecedor, sino que ha enriquecido nuestra comprensión de la dinámica militar durante la fase final de la guerra de Sucesión, en lo que fue la última batalla en campo abierto antes de la caída de Barcelona.

sábado, 23 de julio de 2011

¿Se puede historiar lo que no ha ocurrido? España sin guerra civil

Una de las nuevas disciplinas historiográficas con más auge durante los años ochenta y noventa fue la denominada "historia virtual". Como en una prueba de laboratorio, trata de confirmar la pertinencia de las causas y consecuencias asignadas a un hecho histórico mediante la elaboración de contrafactuales que permitan imaginar el desarrollo de los acontecimientos en caso de haber sucedido de forma diferente. Ha tenido un desarrollo mayor entre los profesionales de la historia contemporánea que en otras áreas de conocimiento, quizá porque la abundancia de información y la inmediatez de los hechos permiten cuestionarse más cosas y plantear otras posibilidades. La corrección académica de semejantes pruebas se sostiene sobre el rigor del análisis previo de lo ocurrido, la coherencia de las hipótesis formuladas y una relación lógica de los hechos conocidos con aquellos otros que se proponen como alternativa.

Entre los autores que han cultivado este tipo de reflexión histórica destacan nombres como Niall Fergusson o Nigel Towson. Y entre los españoles, el desaparecido Javier Tusell y Enrique Santos Julià. Precisamente, es este conocido historiador quien nos propuso una pregunta clave: "¿Que hubiera pasado sin la rebelión militar de julio de 1936?" en Historia Virtual ¿Qué hubiera pasado si...? de Niall Fergusson (dir.) (Madrid: Taurus, 1999) todavía a la venta. Una reflexión de lectura necesaria ahora que los debates vuelven a reavivarse al cumplirse el 75 aniversario de aquellos hechos.

lunes, 18 de julio de 2011

Franco y la conspiración del 18 de julio: la oscura muerte del general Balmes

Una de las características que marcan la carrera del general Franco hasta su ascenso al poder absoluto como Jefe del Estado es la sorprendente cadena de acontecimientos fortuitos que siempre terminaban resultandole favorables, desde su supervivencia en las campañas de Marruecos, hasta la muerte en accidente del general Sanjurjo a las mismas puertas del golpe de estado. Y no son los únicos. Desde mi infancia vengo oyendo que posiblemente el propio Franco tuviera algo que ver con tanto suceso favorable y, durante los años en que he impartido clases sobre el tema, siempre repetía que, en cualquier caso, no tenemos pruebas que permitan concluir nada más allá de una afortunada serie de casualidades.

Pero acaba de aparecer un texto de Angel Viñas, especialista en temas de la guerra civil española, donde se apunta, con un inicio de argumentación más sólida, que al menos una de estas casualidades pudo no serlo tanto: la oportuna muerte por negligencia del general Amado Balmes, al mando de la guarnición de Las Palmas de Gran Canaria, que permitió a Franco escapar de las islas sin despertar sospechas y hacerse cargo del ejército de Marruecos. Se trata de La conspiración del general Franco (Barcelona: Crítica, 2011). Se puede encontrar resumido en La trama. La muerte de Balmes. El secreto que Franco se llevó a la tumba, publicado en La Aventura de la Historia, nº 152 (2011), pp.56-61.

viernes, 15 de julio de 2011

El II Reich

En el centro de Europa se hallan los alemanes. Esta afirmación constituye una incuestionable verdad geoestratégica, y también económico-financiera, que siempre debe ser considerada en cualquier análisis sobre nuestro continente. El prestigio cultural de Francia, los éxitos económicos y políticos del Imperio británico y los catastróficos errores del propio nacionalismo alemán han ocultado la importancia de una realidad que se proyecta mucho más allá de la ‘Mitteleuropa’. Pero es que, por lo general, este peso no ha ido unido en la historia a unas instituciones que tradujesen políticamente lo que suponen Alemania y los alemanes. Aunque casi siempre ha existido una u otra forma de Reich alemán, todos sabemos que han sido construcciones estatales problemáticas, como mínimo de carácter fuertemente federal, ya que los alemanes –en contra del tópico creído por quienes los desconocen- constituyen una realidad muy diversa. 

Prácticamente nunca Alemania, y lo alemán, han gozado de tanto prestigio como en las décadas que siguieron a la creación del II Reich en 1870, forjado tras las sucesivas y fulgurantes victorias sobre Dinamarca, Austria y Francia. Se trataba de un estado de carácter eminentemente prusiano, nacionalista y conservador, que pudo desplegar –con impetuosidad y arrogancia- el enorme potencial de una Alemania que se expandía en casi todos los terrenos. Conocer la forma en que lo hizo resulta esencial para comprender una cierta manera de los alemanes de entenderse a si mismos, y su dramático impacto en la historia mundial del siglo XX. Una de las mejores guías breves la constituye el libro del profesor Michael Stürmer El imperio alemán (1870-1919) (Barcelona: Mondadori, 2003; edic. orig. 2002) que enlaza con otras publicaciones sobre el nacionalismo alemán que ya hemos mencionado en el blog. Destaca puntos fundamentales que explican tanto el devenir del II Reich como la hecatombe de 1914.

lunes, 11 de julio de 2011

Una mirada nueva sobre las viejas catedrales

Esta vez no vamos a hacernos eco de una publicación escrita, sino de un audiovisual. Se trata del magnífico documental de Pascale Vieillée Les cathédrales dévoilées emitido por la cadena francoalemana ARTE esta pasada primavera y cuya presentación y comentarios pueden verse -en versión francesa- a través del siguiente enlace: http://paroissefachesthumesnil.over-blog.com/article-vieillee-pascale-sur-arte-les-cathedrales-devoilees-samedi-23-avril-a-20-h-40-72364635.html

Recoge los avances de los últimos diez años en el conocimiento de los métodos de construcción de las catedrales, permitidos por la progresiva introducción de la tecnología digital (modelización) y la formación de equipos complejos de especialistas que superan la tradicional erudición del investigador individual. El análisis minucioso de los materiales constructivos ofrece ahora nuevas explicaciones sobre los medios materiales, la tecnología y el entorno social que permitieron afrontar estas revolucionarias edificaciones, las cuales gozaron de un éxito casi inmediato en buena parte de Europa, pero que tienen una cuna bien conocida: los grandes obispados y abadías del norte de Francia, vinculados, de una u otra manera, a la pujante monarquía francesa de los Capeto. También se nos revela hastá qué punto constituyen magníficas obras de ingeniería o bien ofrecían soluciones más o menos improvisadas que a veces obtuvieron un éxito impredecible.

viernes, 8 de julio de 2011

El mito de "Pasionaria"


El comunismo ha sido definido como "la fe del siglo XX". En todo caso, es indudable que la expansión de marxismo-leninismo como realidad política tras la Revolución Rusa marcó la historia del siglo pasado y todavía lo hace hoy en una parte importante del planeta. El colapso de la URSS y el descrédito de lo que se donominó 'socialismo real' ha hecho disminuir el número de estudios sobre la evolución de los partidos comunistas, y el sectarismo con que suele encararse este debate reduce aún más el número de referencias historiográficas de prestigio. Con todo, las hay. Pero lo que resulta más difícil es penetrar en la vivencia y comprensión de los mitos que rodearon la práctica militante comunista.

En una ideología tan dada al "culto a la personalidad", era normal que los dirigentes se vieran maginificados por un áura de heroísmo y aún de infalibilidad que ocultaba todo rastro humano del personaje. Tan sólo algunos de estos líderes alcanzaron auténtica proyección mundial; entre ellos se encontraba Dolores Ibárruri, la "Pasionaria", emblema de la resistencia republicana durante la guerra civil, y más tarde Secretaria General del Partido Comunista de España. Bajo un aparente consenso admirativo, en torno a "Pasionaria", seudónimo que ella eligió y con el que era conocida dentro del partido, se desataron todas las pulsiones del comunismo español. Este es el tema de un irregular pero interesante libro del desaparecido Manuel Vázquez Montalbán, Pasionaria y los siete enanitos (Barcelona: Planeta, 1995), donde este antiguo militante comunista pinceló un cuadro muy crítico, pero a la vez equilibrado y  respetuoso, de la mística combatiente y las abundantes miserias del pasado revolucionario. Lo he rescatado del baúl de los recuerdos ahora que se cumplen ochenta años de la llegada de Dolores Ibárruri a Madrid para incorporarse al núcleo dirigente de aquel minúsculo PCE.

lunes, 4 de julio de 2011

Más allá de la muerte

Como ya he manifestado mi admiración por las excelentes cualidades de José Miguel Parra Ortiz como divulgador de su área de conocimiento, la egiptología, no extrañará que me haya leído de un tirón su estupendo libro Momias. La derrota de la muerte en el Antiguo Egipto. (Barcelona: Crítica, 2010). Más que una obra innovadora, supone un útil 'estado de la cuestión' para todos aquellos que no somos especialistas y una reflexión sobre las posibilidades de la arqueología egipcia, y en concreto del estudio de las tumbas, como fuente de información histórica. Junto a un bien expuesto resumen sobre los aspectos técnicos y rituales de pirámides, hipogeos, momias y sarcófagos, vemos desfilar a los principales personajes de la egiptología, la vida cotidiana de quienes aparecen ahora momificados, su alimentación y enfermedades, su sistema de creencias y la estructura social que generó todo este aparato. No nos ahorra ni las andanzas de Howard Carter como detective en su misión de proteger las momias faraónicas cuando ejercía como Inspector de Antigüedades en el Bajo Egipto, ni las otras formas de momificación aparecidas, de manera más o menos 'natural' o 'artificial' en diferentes periodos y culturas, desde las marismas del Norte de Europa a los desiertos de Asia central o las cumbres andinas.

jueves, 30 de junio de 2011

El modelo alemán. Franco prepara la futura Academia General Militar española

Es bien conocida la reluctancia de Franco a viajar fuera de España durante sus cuarenta años de ejercicio de la Jefatura del Estado. Apenas unas salidas forzadas lo más cerca posible de la frontera (Hendaya, Bordighera..) y una única visita de estado a Portugal. Sin embargo, se menciona poco que el futuro Caudillo solicitó trasladarse a Alemania para visitar la Academia militar de Dresde cuando, por encargo de otro dictador, Miguel Primo de Rivera, estaba organizando  la nueva Academia General Militar de Zaragoza, cuya dirección se le había encargado. Las impresiones de este viaje fueron recogidas en un informe de una cincuentena de folios que se conserva unido a su expediente personal en el archivo del Alcázar de Segovia. Algunas de sus observaciones resultan bastante ilustrativas del contexto en que se movían Franco, el ejército español y el alemán durante los años 20. Podemos conocer con bastante detalle su contenido gracias a un artículo publicado por Jesús Albert con el título Viaje de formación a Dresde. Alemania como ejemplo, en La Aventura de la Historia (2010), nº 143, pp. 44-49.

domingo, 26 de junio de 2011

¿Puede el ejército de Estados Unidos perder una guerra contra quinientos soldados?

La respuesta a la pregunta que encabeza el artículo es que, a buen seguro, no. Pero casi estuvieron a punto de lograrlo en 1983. La aparatosa invasión de Granada, pequeña isla caribeña cuyo gobierno se había unido al bloque prosoviético unos años antes, fue la primera operación militar norteamericana exitosa tras la guerra del Vietnam. Aunque la desproporción de fuerzas entre los contendientes convertía esta 'campaña' en algo un poco teatral, no hay duda de que sirvió para levantar la alicaida imagen de la gran potencia estadounidense, muy dañada por los desastres en el Extremo Oriente y por la sensación de impotencia ante los éxitos de las guerrillas centroamericanas o el prolongado secuestro de los rehenes atrapados en la embajada de Teherán. Seguramente, la victoria en Granada no habría tenido este efecto de haberse sabido por entonces lo que realmente ocurrió en la isla y cómo un pésimo trabajo organizativo previo puso al ejército norteamericano al borde del ridículo, frente a un enemigo que no deseaba otra cosa sino rendirse. Esto es lo que nos explica el libro Breve historia de la incompetencia militar, publicado por Ed Strosser y Michael Prince (Barcelona: Ediciones B, 2009) en un capítulo memorable, a la altura de las mejores comedias bélicas de los años setenta.

martes, 21 de junio de 2011

Sobre el auge y declive de la Monarquía Hispánica


Se ha repetido muchas veces que, en historia, hallar respuestas correctas no resulta tan importante como formular preguntas adecuadas. Por eso me parece digno de mención un breve artículo de Jeremy Black -reconocido experto en historia militar occidental de la universidad de Exeter- titulado Military Revolutions and Early Modern Europe; The Case of Spain, que sirve de introducción al volumen colectivo ya mencionado Guerra y sociedad en la Monarquía Hispánica. Política, estrategia y cultura en la Europa moderna (1500-1700), publicado por Enrique García Hernán y Davide Maffi (Madrid: Ediciones del Laberinto, 2006, pp. 31-48). El profesor Black plantea aquí la naturaleza del éxito y la decadencia de la Monarquía Hispánica durante los siglos XVI y XVII, revisando su relación con la llamada ‘Revolución Militar’ que se dio en Europa por las mismas fechas y con la sostenida expansión del poder occidental en el resto del mundo, iniciada precisamente entonces. Prejuicios bien establecidos y valoraciones anacrónicas han primado a su juicio sobre una correcta comprensión de las razones que explican la extensión y pervivencia del imperio hispano. Revertir esta situación cobra mayor importancia si tenemos en cuenta que el estudio de su dinámica general se ha utilizado a menudo como antecedente para comprender la evolución de otras potencias hegemónicas, como el Imperio Británico o el actual predominio norteamericano.

jueves, 16 de junio de 2011

Nacionalismo y fascismo en Argentina

La rápida expansión del fascismo por la Europa de entreguerras, vinculado al éxito del totalitarismo y del ultranacionalismo como ideologías de fondo, debe ser un elemento básico de reflexión para los historiadores del siglo XX. Pero casi todos los estados independientes por aquella época  -o incluso territorios que no lo eran- conocieron versiones locales del fascismo, incluyendo casos como Egipto y la India. En Argentina, el impacto del fascismo fue importante, debido a sus estrechas relaciones con Italia y España. También aquí la ósmosis con el nacionalismo conservador resultó un elemento operativo de primer orden. Un reciente libro de Federico Finchelstein, Fascismo trasatlántico. Ideología, violencia y sacralidad en Argentina y en Italia, 1919-1945. (México: Fondo de Cultura Económica, 2010) trata de analizar hasta qué punto los políticos 'nacionalistas' de la derecha argentina asumieron en su integridad el contenido de los fascismos europeos, hasta qué punto éstos dejaron huella en la ideología  más conservadora del país, y qué factores locales contribuyeron a forjar un pensamiento que se proyectó más allá de la derrota del fascismo, en un intento declarado por el autor de profundizar en las raíces de la ultraderecha gobernante en Argentina durante los años setenta.

martes, 14 de junio de 2011

Recuperación de naufragios en la Carrera de Indias



En las últimas décadas se han conocido algunos casos famosos de tesoros rescatados del mar tras la localización de antiguos galeones españoles naufragados en su tránsito de América hasta la Península. Casos de piratería y dudas sobre el derecho público y privado a la propiedad de tales riquezas han dado pie a procesos sonados, como el que aún enfrenta en los tribunales de Estados Unidos a la expedición del Odyssey con el estado español, que ha conseguido ver reconocida su demanda para recuperar 590.000 monedas de plata y oro extraídas en aguas cercanas a la Península.  Pero quizá no todo el mundo sepa que la preocupación por el rescate de la carga de navíos hundidos, y las diputas sobre los derechos patrimoniales de la Corona o de quienes efectuaban el rescate, ha sido tan antigua como la propia Carrera de Indias. Así aparece recogido en un curioso artículo de Diego Téllez Alarcia, de la Universidad de La Rioja, titulado En la periferia de la marina: el buceo y rescate de galeones naufragados en la Monarquía de los Austrias, publicado en el volumen colectivo Guerra y sociedad en la Monarquía Hispánica. Política, estrategia y cultura en la Europa moderna (1500-1700), editado  por Enrique García Hernán y Davide Maffi (Madrid: Ediciones del Laberinto, 2006, pp. 1043-1054).

jueves, 9 de junio de 2011

La apuesta de Stalin por el estado de Israel

La conmemoración de Al Naqba, la expulsión de gran parte de la población palestina tras la creación del estado de Israel, ha vuelto a constituir una jornada sangrienta que recuerda casi un siglo de violencia permanente. Desde finales de los años 50, la firme alianza de Israel con Estados Unidos, y la de la URSS con algunos regímenes árabes, un resultado lógico de la guerra fría, ocultó que si el neonato estado sionista pudo superar las agónicas circunstancias de su aparición fue en buena medida gracias al apoyo de la Unión Soviética y no tanto a la ayuda norteamericana. Este fue el contenido central de una exposición celebrada en el Museo Militar de Chequia, resumida en un artículo titulado El año en que Stalin salvó a Israel, publicado por Xavier Lacosta en Historia 16, nº 372 (2007), pp. 80-97. En otro de sus frecuentes errores estratégicos, el dictador soviético menospreció el contenido nacionalista y racista del sionismo para fijarse tan sólo en el vigor de sus organizaciones socialistas. Decidió apostar con fuerza por la implantación del estado judío creyendo que sería posible encontrar en él un aliado contra las monarquías árabes conservadoras, vinculadas hasta entonces a la Gran Bretaña.

sábado, 4 de junio de 2011

Retos del medievalismo



En el III Congreso Internacional 'Historia a Debate', una estupenda iniciativa impulsada desde hace años por la universidad de Santiago de Compostela, el profesor Hubert Watelet, de la universidad de Ottawa, pergreñó en su ponencia algunos puntos interesantes de lo que ha sido durante el último medio siglo, y lo que debe afrontar en el futuro, la historiografía medieval. Sus aportaciones pueden encontrarse en el artículo Les lumières, le Moyen Âge et les études médievales, publicado en el volumen colectivo editado por Carlos Barros que recoge las intervenciones en dicho congreso (Historia a Debate, Tomo II, pp. 323-335. Santiago de Compostela: Universidad de Santiago, 2009). Intentaré aquí resumirlas aunque, por la propia brevedad de su intervención, fueron muchos los asuntos que deberían ser incorporados o matizados, pero creo que presenta un gran interés para quienes deseen ir introduciéndose en los estudios académicos dedicados a la edad media.

jueves, 2 de junio de 2011

La perfectamente resistible ascensión de Adolfo Hitler.

Los grandes movimientos históricos se asientan sobre realidades económicas, sociales o ecológicas que son su principal explicación y soporte, así como sobre discursos ideológicos que explican las percepciones colectivas respecto a todo ello. Pero hasta los mayores acontecimientos acaban dependiendo, en última instancia, de elementos circunstanciales, de ese desencadenante final que hace que las cosas sucedan de un modo y no de otro. Somos seres sociales y, por tanto, el azar juega tan sólo un cierto papel en la historia, pero las conductas individuales pueden resultar decisivas para encauzar, o no, en un sentido determinado esas 'fuerzas' que empujan el devenir colectivo. De ahí la importancia de la razón, la ética ciudadana y el compromiso personal.

Durante buena parte del siglo XX, la historiografía contemporánea dió relevancia únicamente a lo social y lo económico. En los últimos años, se ha recuperado el papel de los individuos y de los acontecimientos en la interpretación del curso general de la historia. En esta línea se enmarca uno de los libros más interesantes publicados sobre el acceso de Hitler a la jefatura del estado: A treinta días del poder, del reconocido profesor de Yale Henry Ashby Turner (Barcelona: Edhasa, 2002; edic. orig., 1997) donde se describe cómo la conversión de Hitler en Führer del pueblo alemán no sólo pudo haberse evitado, sino que su éxito final se debió a la debilidad o la torpeza de unos pocos y malos políticos metidos a aprendices de brujo. No fue un fracaso de la democracia lo que llevó a Hitler al gobierno sino precisamente el bloqueo del sistema parlamentario alemán.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Una interpretación de izquierdas sobre las victorias de la derecha


Cuanto más acuciante se hace la actualidad, mejor resulta despegarse un poco de los diarios para retornar a los clásicos. Esta es la sensación que me ha quedado tras la lectura de uno de los más populares títulos de Karl Marx, El 18 Brumario de Luis Bonaparte, del que disponía en una edición de 1982 comprada de segunda mano, pero que podéis encontrar en la red y en numerosas ediciones de bolsillo (el original es de 1852). Todo lo que se puede cuestionar a Marx como proyectista de sociedades futuras, resultaría mezquino repetirlo sobre sus estudios económicos o de política contemporánea, donde demuestra una agudeza perceptiva y una capacidad de manejar información muy notables para aquel tiempo y para los precarios medios económicos de que disponía mientras realizaba sus trabajos intelectuales.

Uno de los rasgos más notables de la política europea en la última década ha sido un decidido vuelco a la derecha, no sólo en las contiendas electorales, sino también en el bagaje ideológico que las alimenta. El predominio de los grupos conservadores, neoliberales o agresivamente populistas se ha hecho tan evidente que muchos militantes e intelectuales izquierdistas se esfuerzan por comprender una capacidad de arrastre electoral que penetra muy hondo en las clases denominadas 'populares' hasta el punto de que son también numerosos los que se consideran 'traicionados' por estos medios populares y buscan las causas que han revertido una situación que les había sido favorable, al menos por lo que hace al discurso político predominante, durante los últimos decenios.

Aunque los paralelismos históricos deben hacerse siempre con sumo cuidado, los análisis de Marx sobre otra Europa en crisis, que iniciaba el viaje desde el romanticismo izquierdista a la consolidación conservadora durante la oleada revolucionaria de 1848, pueden resultarnos de gran actualidad, y ayudarnos a utilizar nuestra capacidad de razonamiento para comprender la sociedad que 'es' y no la que queremos que sea.

miércoles, 18 de mayo de 2011

El gran error de Napoleón: la campaña de Rusia.

No nos habíamos ocupado hasta ahora de lo que muchos han denominado "la epopeya napoleónica". Esta designación tiene como virtud recoger la imagen carismática que Napoleón ha dejado en su paso por la historia, a través de las múltiples campañas en que fue protagonista. Fue un genio en los terrenos militar, político, legislativo, etc., pero los grandes hombres también cometen grandes errores y, en definitiva, son tales errores los que suelen terminar marcando su trayectoria.  Todo esto es lo que pone de relieve, con un brío narrativo considerable, Adam Zamoyski en su obra 1812. La trágica marcha de Napoleón sobre Moscú (Barcelona: Debate, 2005; edic. orig. 2004), de casi imprescindible lectura para cualquier aficionado al tema.

domingo, 15 de mayo de 2011

Pensar en tiempos revueltos


Parafraseando a Dickens, es muy posible que estos no sean ni los mejores ni los peores tiempos que nos podía haber tocado vivir. Pero son tiempos de cambio y globalización -en algunos lugares, de violencia y crisis- lo cual no puede sino sumirnos en la incertidumbre. La dependencia que cada persona sufre de la economía y de procesos difíciles de controlar, e incluso de comprender, desde la perspectiva individual, se halla en la raíz del malestar que vivimos. Un malestar plasmado en sentimientos colectivos como la impotencia, el escapismo, la rabia o la necesidad de hallar respuestas sencillas a problemas complejos.
No son buenos tiempos para pensar sosegadamente; tampoco otros muchos lo han sido. Estas fiestas de Pascua caímos por casualidad muy cerca de la torre donde se refugiaba Michel de Montaigne para reflexionar durante una época aún más turbulenta y oscura que la nuestra: la segunda mitad del siglo XVI en Francia. Sacudido por las querellas religiosas, las malas cosechas, las ambiciones nobiliarias y el mal gobierno, el reino parecía un barco a la deriva donde todos los comportamientos impropios de una sociedad civilizada tenían cabida, y Montaigne, gentilhombre al tiempo del rey Enrique III y del futuro Enrique IV, por entonces cabezas simbólicas de los bandos católico y protestante, alcalde de Burdeos y pensador de afición, hubo de hacer frente intelectualmente a todo ello. En su antigua propiedad pude adquirir la tesis del ahora profesor emérito de la universidad de Paris III Géralde Nakam, Montaigne et son temps (Paris: Gallimard,1993; edic. orig. 1982), que destruyó el mito de un Montaigne harto de todo, protegido por su torre y dedicado, más o menos frívolamente, a la contemplación de si mismo. Por el contrario, describe un hombre de su tiempo, fuertemente impactado por los acontecimientos y que se debatía honestamente por hallar la verdad y paliar en la medida de lo posible los desaguisados de otros. Un hombre que se adelantaba a su tiempo tanto en aspectos prácticos de la vida como lo hizo en los teóricos. Un hombre en cuyas turbaciones y esperanzas muchos podemos sentirnos reflejados.

martes, 10 de mayo de 2011

Ben Laden, la 'guerra contra el terror' y otras historias modernas

En los últimos días, el gobierno de Estados Unidos parece haber obtenido una resonante victoria en su 'guerra contra el Terror' gracias a la eliminación física de Osama Ben Laden, el autoproclamado lider de la difusa red Al Qaeda. Sorprende, de todas maneras, que la más grande amenaza islámica que pesaba sobre Occidente sea el resultado directo de las acciones políticas encubiertas de la CIA en Afganistán y que viviera protegido desde hace años por los servicios secretos de Pakistán, un estado 'mimado' desde hace mucho por ese mismo Occidente, que ha subvencionado generosamente a sus fuerzas armadas y que le toleró convertirse en potencia nuclear, como contrapeso a la India y China, pese a estar gobernado por una dictadura militar islamista que aplicaba la denostada 'sharia'.

Como a mi estas cosas me dejan siempre grandes interrogantes, y las pocas respuestas pueden andar en letra impresa (o no), he pasado esta semana buceando en algunos títulos que se ocuparon del tema después del 11 de septiembre. Os comento la lectura de uno de ellos, Al Qaeda y lo que significa ser moderno, de John Gray (Barcelona: Paidós, 2004; edic. orig., 2003), que aporta un enfoque diferente y alguna que otra sugerencia inquietante.

martes, 3 de mayo de 2011

El Generalísimo Franco, jefe de guerra

Al margen de la opinión que se tenga sobre su régimen, resulta difícil discutir las dotes políticas de Francisco Franco. Controlar un país durante cuarenta años, superar crisis tan agudas como la derrota del fascismo en 1945, hacer convivir e imponerse al tiempo a las distintas tendencias políticas que le habían prestado apoyo, someter a la obediencia a sus compañeros de armas, no abandonar el poder hasta su muerte y ser favorablemente recordado por una parte, minoritaria, pero no menospreciable, de los ciudadanos, es un bagaje que no está al alcance de cualquiera. Claro que tal hazaña resulta más fácil cuando tu sistema de gobierno es dictatorial y cuentas con la fuerza del ejército como columna vertebral del mismo.

En cambio, siempre se han discutido sus méritos como estratega. Su conducción de la guerra civil ha levantado, desde el momento mismo de su inicio, opiniones contrarias, que en los últimos años se han reavivado con la publicación de libros como Franco no estudió en West Point de Gabriel Cardona (Littera Books, 2002 ). Hablando con unos compañeros sobre este tema he recordado un artículo de Juan Blázquez Miguel titulado La capacidad militar de Franco. El criterio de sus contemporáneos (HISTORIA 16 (2004), nº 336, pp. 64-75, que puede servir para clarificar alguno de los principales aspectos del debate.

sábado, 30 de abril de 2011

Más sobre la génesis del feudalismo. Nobles, clérigos y burgueses en la revolución feudal catalana.

Como reseñába en la entrada del 11 de enero al hablar del libro de Bisson, Cataluña constituye un marco territorial importante a la hora de investigar el desarrollo de la feudalización en Europa occidental. Su condición de territorio fronterizo -y de una frontera en expansión-, alejado de los poderes centrales y fuertemente afectado por las necesidades de control de la tierra y las personas, junto con la rica documentación conservada, nos permiten observar, como en un caso de laboratorio, tendencias que luego se generalizarían. Y este pequeño laboratorio ha permitido al profesor Flocel Sabaté, autor de  La feudalización de la sociedad catalana. (Granada: Universidad de Granada-Universitat de Lleida, 2007), efectuar una profunda revisión de las líneas generales hasta ahora admitidas.

martes, 19 de abril de 2011

El comercio de Maracaibo y la emancipación de Venezuela


Conocer en profundidad el contexto socioeconómico en que se desarrollaron las luchas por la independencia en las repúblicas iberoamericanas resulta de crucial importancia, dada la diversidad regional del continente y, en cambio, la simultaneidad de unos procesos de tanta trascendencia. Si la dinámica política ha sido en general bien y abundantemente trabajada, es en estos otros ámbitos donde aún podemos hallar explicaciones a los muchos interrogantes que persisten; explicaciones que pueden, quizá, mostrar cómo, bajo formas aparentemente similares, esa diversidad se hallaba bien presente y puede dar razón de los desarrollos históricos posteriores. En línea con las interpretaciones de Miquel Izard, que resumía en la entrada del pasado 10 de marzo, me ha interesado mucho leer el artículo de Ileana Parra Grazzina, de la universidad del Zulia, titulado "El negocio cacaotero entre Maracaibo y Veracruz en la coyuntura emancipadora", publicado en el volumen colectivo La Corona en llamas. Conflictos económicos y sociales en las Independencias iberoamericanas. (Castelló de la Plana: Universitat Jaume I, 2010). Sobre las aportaciones de éste y otros artículos tendremos seguramente que volver más adelante.

sábado, 16 de abril de 2011

Efectos de la revolución neoliberal. La deuda pública en Estados Unidos durante la segunda mitad del s. XX

Alteraremos en esta entrada la norma de comentar libros o artículos de asunto histórico, para ocuparnos de un gráfico. La idea me vino preparando unas clases dentro de la nueva categoría de Historia del Mundo Actual y creo que pueda ser también de vuestro interés ante algunas noticias muy recientes sobre el control del gasto estatal  y las dificultades de algunos países, incluídos los Estados Unidos, para hacer frente a sus enormes déficits. Se trata de la evolución de la deuda pública norteamericana en el último medio siglo, y su relación con la revolución neoliberal de las políticas econòmicas que encabezaron en los años ochenta del siglo pasado Ronald Reagan y Margaret Tatcher. Por desgracia, los diferentes formatos de tamaño para imágenes que ofrece este bloc no permiten apreciar con claridad las cifras que indica el gráfico sin ampliar la columna central del diseño. Esto me ha obligado, temporalmente, a hacer un poco menos equilibrada su apariencia.

miércoles, 13 de abril de 2011

La sorprendente agricultura egipcia durante los primeros faraones

Aunque siempre he sabido que la arqueología no es lo mío, que tiro más hacia rata de archivo, como todo buen apasionado por la historia dediqué una parte de mi estancia en la universidad a leer los grandes clásicos sobre el mundo egipcio. Luego, la falta de tiempo y la necesidad de especializarme me hizo ir dejando de actualizar con la debida frecuencia lo poco que sé, justo en el momento en que se producía la revisión de numerosas verdades aceptadas gracias a la tecnología y a una pléyade de nuevos investigadores que no paran de producir conocimiento sobre áreas muy diversas -particularmente por lo que hace a la vida económica y social- durante mucho tiempo mal aprehendidas y peor fundamentadas. Por eso me alegra haber podido repescar un estupendo artículo de José Miguel Parra titulado La agricultura en el Antiguo Egipto. Historia 16 (1999), nº 276, pp.38-47, donde se argumenta de manera muy didáctica por qué la explotación del valle del Nilo era, en los primeros momentos del Egipto clásico, muy distinta a cómo la habíamos imaginado.

domingo, 10 de abril de 2011

Sinsabores coloniales en Libia

El pasado 8 de febrero recordaba el fracaso de la expedición militar europea contra Egipto en 1956. Medio en broma, advertía que cualquier intento de una nueva intervención -algo que por entonces se mencionaba, pero que no estaba en absoluto previsto- debería cuidarse de no repetir los errores cometidos en el pasado y que aparecían en nuestro texto: accionar sin objetivos bien definidos, ignorar los límites de las propias fuerzas, no coordinar inteligentemente la intervención de los diferentes aliados, no evaluar de forma correcta la situación sobre el terreno... etc. Quién me iba a decir que en pocas semanas muchos de estos elementos iban a darse muy, muy cerquita del viejo escenario: en Libia, y con aval de las Naciones Unidas. Lo más curioso es que también en Libia tenemos antecedentes de graves patinazos de las potencias europeas. Algunos de ellos se explican en un libro que compré hace no mucho tiempo: La disfatta di Gasr Bu Hàdi. 1915: Il colonnello Miani e il píù grande disastro dell'Italia coloniale., de Angelo Del Boca (Milán: Mondadori Editore, 2004)

martes, 5 de abril de 2011

Albores del gran cataclismo: los cuarenta días iniciales de la I Guerra Mundial

Estas semanas trabajaba con mis alumnos de "Breve historia del siglo XX" el apasionante relato de la Primera Guerra Mundial y sus consecuencias. Un poco en su honor, ya que tienen la paciencia de aguantarme muchas horas, quiero hacer referencia a una de las obras que mejor explican la génesis y las primeras semanas de lo que fue la catástrofe inaugural del siglo XX. Un libro ya clásico y que convierte la historia militar en simple Historia, con mayúsculas: Los cañones de agosto. Treinta y un días de 1914 que cambiaron la faz del mundo. de Barbara Tuchman (Barcelona: Península, 2004; edic. orig. 1962), historiadora norteamericana fallecida en 1989, nieta del embajador en Turquía durante aquellos años y sobrina del influyente secretario del Tesoro de Roosevelt, Henry Morghentau. En su estudio histórico, B.W. Tuchman no adoptó en ningún momento el 'justo medio' ni un aséptico tono académico. Se trata de una obra también de combate, donde expone -creo que con lucidez- qué factores llevaron a la guerra, quienes fueron los responsables políticos, hasta dónde llegó la ineptitud de los altos mandos militares y por qué los bien trazados planes de los Estados Mayores fallaron uno tras otro hasta llegar a un punto en que la dinámica de la guerra se hizo prácticamente irreconocible para casi todos los que habían previsto su desarrollo apenas un mes antes.

viernes, 1 de abril de 2011

La 'otra' guerra civil española


La contienda de 1936-1939 ha llenado mares de tinta en sus aspectos político, ideológico, militar, social, económico -esto en menor cuantía-, o en el análisis de sus causas y consecuencias. De lo que no nos habíamos ocupado es de aquellos que no quisieron hacer la guerra: de quienes se negaron a luchar por el bando que los llamó a filas, o de los que no deseaban luchar en absoluto, de quienes se vieron sumergidos por unos acontecimientos que no les interesaban o que les superaron. Primero la propaganda, luego la militancia política, incluso el gusto por las 'hazañas bélicas' de algunos que han escrito sobre el tema, habían hecho tanto por mantener ocultos estos aspectos, como el miedo o la vergüenza sentidos por sus protagonistas. A todo ello, muy revelador y nada anecdótico, está consagrada la obra Desertores. La Guerra Civil que nadie quiere contar, de Pedro Corral (Barcelona: Debate, 2006). Un libro que no ofrece una perspectiva global del conflicto, pero sin cuya lectura tampoco es ya posible tener una comprensión cabal de lo que significó aquella guerra.

martes, 29 de marzo de 2011

Mujeres de la antigua Grecia


Desde los años setenta, la "historia de la mujer" o "historiografía feminista" ha conocido un desarrollo muy importante, que plantea un problema esencial de 'visibilidad' de la mujer en la información histórica tradicionalmente utilizada . No se trata sólo de un problema de fuentes, sino también de los investigadores, que no se ocupaban de contemplar, allí donde resulta posible, el papel femenino en el desarrollo histórico de las formaciones sociales; resulta bastante difícil responder a ciertas preguntas cuando nunca son planteadas. En esta línea, el libro de Marina Picazo Alguien se acordará de nosotras. Mujeres en la ciudad griega antigua (Barcelona: Bellaterra, 2008) rastrea en las crónicas, la literatura y hasta las representaciones artísticas de Grecia, la presencia y la actividad de sus mujeres. Este esfuerzo resulta encomiable por dos poderosas razones: en pocas sociedades históricas la mujer ha sido mantenida de tal manera en la sombra y, además, Grecia constituyó una de las bases más importantes de lo que han venido siendo el desarrollo de la civilización occidental.