Lo único que aprendemos de la historia es que no aprendemos de la historia (Hegel)

jueves, 30 de junio de 2011

El modelo alemán. Franco prepara la futura Academia General Militar española

Es bien conocida la reluctancia de Franco a viajar fuera de España durante sus cuarenta años de ejercicio de la Jefatura del Estado. Apenas unas salidas forzadas lo más cerca posible de la frontera (Hendaya, Bordighera..) y una única visita de estado a Portugal. Sin embargo, se menciona poco que el futuro Caudillo solicitó trasladarse a Alemania para visitar la Academia militar de Dresde cuando, por encargo de otro dictador, Miguel Primo de Rivera, estaba organizando  la nueva Academia General Militar de Zaragoza, cuya dirección se le había encargado. Las impresiones de este viaje fueron recogidas en un informe de una cincuentena de folios que se conserva unido a su expediente personal en el archivo del Alcázar de Segovia. Algunas de sus observaciones resultan bastante ilustrativas del contexto en que se movían Franco, el ejército español y el alemán durante los años 20. Podemos conocer con bastante detalle su contenido gracias a un artículo publicado por Jesús Albert con el título Viaje de formación a Dresde. Alemania como ejemplo, en La Aventura de la Historia (2010), nº 143, pp. 44-49.

domingo, 26 de junio de 2011

¿Puede el ejército de Estados Unidos perder una guerra contra quinientos soldados?

La respuesta a la pregunta que encabeza el artículo es que, a buen seguro, no. Pero casi estuvieron a punto de lograrlo en 1983. La aparatosa invasión de Granada, pequeña isla caribeña cuyo gobierno se había unido al bloque prosoviético unos años antes, fue la primera operación militar norteamericana exitosa tras la guerra del Vietnam. Aunque la desproporción de fuerzas entre los contendientes convertía esta 'campaña' en algo un poco teatral, no hay duda de que sirvió para levantar la alicaida imagen de la gran potencia estadounidense, muy dañada por los desastres en el Extremo Oriente y por la sensación de impotencia ante los éxitos de las guerrillas centroamericanas o el prolongado secuestro de los rehenes atrapados en la embajada de Teherán. Seguramente, la victoria en Granada no habría tenido este efecto de haberse sabido por entonces lo que realmente ocurrió en la isla y cómo un pésimo trabajo organizativo previo puso al ejército norteamericano al borde del ridículo, frente a un enemigo que no deseaba otra cosa sino rendirse. Esto es lo que nos explica el libro Breve historia de la incompetencia militar, publicado por Ed Strosser y Michael Prince (Barcelona: Ediciones B, 2009) en un capítulo memorable, a la altura de las mejores comedias bélicas de los años setenta.

martes, 21 de junio de 2011

Sobre el auge y declive de la Monarquía Hispánica


Se ha repetido muchas veces que, en historia, hallar respuestas correctas no resulta tan importante como formular preguntas adecuadas. Por eso me parece digno de mención un breve artículo de Jeremy Black -reconocido experto en historia militar occidental de la universidad de Exeter- titulado Military Revolutions and Early Modern Europe; The Case of Spain, que sirve de introducción al volumen colectivo ya mencionado Guerra y sociedad en la Monarquía Hispánica. Política, estrategia y cultura en la Europa moderna (1500-1700), publicado por Enrique García Hernán y Davide Maffi (Madrid: Ediciones del Laberinto, 2006, pp. 31-48). El profesor Black plantea aquí la naturaleza del éxito y la decadencia de la Monarquía Hispánica durante los siglos XVI y XVII, revisando su relación con la llamada ‘Revolución Militar’ que se dio en Europa por las mismas fechas y con la sostenida expansión del poder occidental en el resto del mundo, iniciada precisamente entonces. Prejuicios bien establecidos y valoraciones anacrónicas han primado a su juicio sobre una correcta comprensión de las razones que explican la extensión y pervivencia del imperio hispano. Revertir esta situación cobra mayor importancia si tenemos en cuenta que el estudio de su dinámica general se ha utilizado a menudo como antecedente para comprender la evolución de otras potencias hegemónicas, como el Imperio Británico o el actual predominio norteamericano.

jueves, 16 de junio de 2011

Nacionalismo y fascismo en Argentina

La rápida expansión del fascismo por la Europa de entreguerras, vinculado al éxito del totalitarismo y del ultranacionalismo como ideologías de fondo, debe ser un elemento básico de reflexión para los historiadores del siglo XX. Pero casi todos los estados independientes por aquella época  -o incluso territorios que no lo eran- conocieron versiones locales del fascismo, incluyendo casos como Egipto y la India. En Argentina, el impacto del fascismo fue importante, debido a sus estrechas relaciones con Italia y España. También aquí la ósmosis con el nacionalismo conservador resultó un elemento operativo de primer orden. Un reciente libro de Federico Finchelstein, Fascismo trasatlántico. Ideología, violencia y sacralidad en Argentina y en Italia, 1919-1945. (México: Fondo de Cultura Económica, 2010) trata de analizar hasta qué punto los políticos 'nacionalistas' de la derecha argentina asumieron en su integridad el contenido de los fascismos europeos, hasta qué punto éstos dejaron huella en la ideología  más conservadora del país, y qué factores locales contribuyeron a forjar un pensamiento que se proyectó más allá de la derrota del fascismo, en un intento declarado por el autor de profundizar en las raíces de la ultraderecha gobernante en Argentina durante los años setenta.

martes, 14 de junio de 2011

Recuperación de naufragios en la Carrera de Indias



En las últimas décadas se han conocido algunos casos famosos de tesoros rescatados del mar tras la localización de antiguos galeones españoles naufragados en su tránsito de América hasta la Península. Casos de piratería y dudas sobre el derecho público y privado a la propiedad de tales riquezas han dado pie a procesos sonados, como el que aún enfrenta en los tribunales de Estados Unidos a la expedición del Odyssey con el estado español, que ha conseguido ver reconocida su demanda para recuperar 590.000 monedas de plata y oro extraídas en aguas cercanas a la Península.  Pero quizá no todo el mundo sepa que la preocupación por el rescate de la carga de navíos hundidos, y las diputas sobre los derechos patrimoniales de la Corona o de quienes efectuaban el rescate, ha sido tan antigua como la propia Carrera de Indias. Así aparece recogido en un curioso artículo de Diego Téllez Alarcia, de la Universidad de La Rioja, titulado En la periferia de la marina: el buceo y rescate de galeones naufragados en la Monarquía de los Austrias, publicado en el volumen colectivo Guerra y sociedad en la Monarquía Hispánica. Política, estrategia y cultura en la Europa moderna (1500-1700), editado  por Enrique García Hernán y Davide Maffi (Madrid: Ediciones del Laberinto, 2006, pp. 1043-1054).

jueves, 9 de junio de 2011

La apuesta de Stalin por el estado de Israel

La conmemoración de Al Naqba, la expulsión de gran parte de la población palestina tras la creación del estado de Israel, ha vuelto a constituir una jornada sangrienta que recuerda casi un siglo de violencia permanente. Desde finales de los años 50, la firme alianza de Israel con Estados Unidos, y la de la URSS con algunos regímenes árabes, un resultado lógico de la guerra fría, ocultó que si el neonato estado sionista pudo superar las agónicas circunstancias de su aparición fue en buena medida gracias al apoyo de la Unión Soviética y no tanto a la ayuda norteamericana. Este fue el contenido central de una exposición celebrada en el Museo Militar de Chequia, resumida en un artículo titulado El año en que Stalin salvó a Israel, publicado por Xavier Lacosta en Historia 16, nº 372 (2007), pp. 80-97. En otro de sus frecuentes errores estratégicos, el dictador soviético menospreció el contenido nacionalista y racista del sionismo para fijarse tan sólo en el vigor de sus organizaciones socialistas. Decidió apostar con fuerza por la implantación del estado judío creyendo que sería posible encontrar en él un aliado contra las monarquías árabes conservadoras, vinculadas hasta entonces a la Gran Bretaña.

sábado, 4 de junio de 2011

Retos del medievalismo



En el III Congreso Internacional 'Historia a Debate', una estupenda iniciativa impulsada desde hace años por la universidad de Santiago de Compostela, el profesor Hubert Watelet, de la universidad de Ottawa, pergreñó en su ponencia algunos puntos interesantes de lo que ha sido durante el último medio siglo, y lo que debe afrontar en el futuro, la historiografía medieval. Sus aportaciones pueden encontrarse en el artículo Les lumières, le Moyen Âge et les études médievales, publicado en el volumen colectivo editado por Carlos Barros que recoge las intervenciones en dicho congreso (Historia a Debate, Tomo II, pp. 323-335. Santiago de Compostela: Universidad de Santiago, 2009). Intentaré aquí resumirlas aunque, por la propia brevedad de su intervención, fueron muchos los asuntos que deberían ser incorporados o matizados, pero creo que presenta un gran interés para quienes deseen ir introduciéndose en los estudios académicos dedicados a la edad media.

jueves, 2 de junio de 2011

La perfectamente resistible ascensión de Adolfo Hitler.

Los grandes movimientos históricos se asientan sobre realidades económicas, sociales o ecológicas que son su principal explicación y soporte, así como sobre discursos ideológicos que explican las percepciones colectivas respecto a todo ello. Pero hasta los mayores acontecimientos acaban dependiendo, en última instancia, de elementos circunstanciales, de ese desencadenante final que hace que las cosas sucedan de un modo y no de otro. Somos seres sociales y, por tanto, el azar juega tan sólo un cierto papel en la historia, pero las conductas individuales pueden resultar decisivas para encauzar, o no, en un sentido determinado esas 'fuerzas' que empujan el devenir colectivo. De ahí la importancia de la razón, la ética ciudadana y el compromiso personal.

Durante buena parte del siglo XX, la historiografía contemporánea dió relevancia únicamente a lo social y lo económico. En los últimos años, se ha recuperado el papel de los individuos y de los acontecimientos en la interpretación del curso general de la historia. En esta línea se enmarca uno de los libros más interesantes publicados sobre el acceso de Hitler a la jefatura del estado: A treinta días del poder, del reconocido profesor de Yale Henry Ashby Turner (Barcelona: Edhasa, 2002; edic. orig., 1997) donde se describe cómo la conversión de Hitler en Führer del pueblo alemán no sólo pudo haberse evitado, sino que su éxito final se debió a la debilidad o la torpeza de unos pocos y malos políticos metidos a aprendices de brujo. No fue un fracaso de la democracia lo que llevó a Hitler al gobierno sino precisamente el bloqueo del sistema parlamentario alemán.